17 ago 2013

La Magia Que Nos Unio - cap 9

Cap IX


Los meses pasaban, había terminado un año y había comenzado uno nuevo, era la despedida de un ciclo. Peter y Lali seguían juntos, como siempre, más tiempo con sus amigos que solos. Peter engaño a Lali cuantas veces pudo y cuantas veces pudieron le hicieron llegar a Lali información contándole sobre las andanzas del morocho y ella tan ciega como siempre eligió creerle una y otra vez a su novio, sus amigas decían que quizá la cola de paja no le permitía pensar bien. Y sí, con eso sus amigas se referían a que no decía nada porque ella también hacía de las suyas junto a Benja. Con Benja se siguieron viendo, pasaron muchas noches juntos, muchas tardes y también algunas mañanas. Él dejo a su novia, se había enamorado perdidamente de su morocha, como él le decía, aunque sabía que no era completamente suya. A Peter también le habían contado cosas cómo que habían visto a Lali con un chico, pero nunca nadie dijo su identidad aunque algunos lo supiesen, pero su miedo a perderla hizo que desoyera todos esos dichos. Sin duda era una relación basada en una absoluta mentira, Lali a pesar de sentir cosas por Benja, se creía enamorada de Peter, era tanto el cariño que sentía hacia él que no quería dejarlo, no quería verlo sufrir. Peter siempre había estado con ella y no creía encontrar una mujer tan fantástica para presentar a su familia, se escudaba siempre en que era normal todo lo que pasaba, ya que eran jóvenes y que cuando maduren aún más, la relación iba a mejorar. Benja ya no sabía qué hacer, la amaba y hervía de celos cuando los veía juntos e incluso cuando no los veía pero sabía que estaban en un mismo sitio, se sentía un completo inútil, por no poder lograr que la mujer que él amaba dejara todo por él.

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La semana laboral había terminado, ellos dos casualmente salían a la misma hora. Antes de irse él pasó por su camarín un tanto desganado porque había tomado una decisión y necesitaba reunirse con ella.


Benja: Morocha, podes venir a mi casa ahora, y no me pongas excusas por favor, necesito que hablemos, es importante – dijo antes que ella interrumpa.

Lali: No pensaba negarme, también tenía ganas de verte y había arreglado todo de modo que así fuera – dijo acercándose a él y tomándolo del cuello para luego besarlo.

Benja con su mejor cara respondió aquel beso y salió hacia su auto.

B: Salí primera que yo te sigo. – dijo sin mirarla.

L: Ok, te pasa algo? – preguntó al notar su indiferencia.

B: Vamos a casa y te cuento. – dijo apenas mirándola.


Llegaron a su departamento y abrió dándole paso a “su amante”, porque lamentablemente no era más que eso.


L: Me vas a contar ahora? – sentándose en la mesa de la cocina.

B: Si, espera que busque una gaseosa, porque tengo sed, querés?– su voz denotaba tristeza.

L: No, quiero que me digas que pasa y rápido. – notaba que las cosas no estaban bien y se empezaba a impacientar. Él sólo la miro.


Mientras servía aquella bebida en su vaso comenzó a hablar dejando que su corazón inunde cada rincón con aquello que le ahogaba y cerraba su pecho.


B: Mira La, me cansé de amarte como un tonto, me cansé de ser el segundo en esta historia, me cansé de compartirte, me cansé de esconderme para acariciarte, me cansé de hacerte el amor y me canse de decirte lo mucho que te amo y peor aún saber que estas como boba detrás de un pibe que no lo vale, que no te respeta nada, que te engaña y te muestra como un trofeo, porque eso sos para él, la mina inalcanzable para todos, la nena bien que agrada a su familia. Vos crees que él se detiene a pensar que tiene una mujer maravillosa a su lado, con la sonrisa más hermosa? Si no te dije esto hasta hoy es porque esperaba que realmente te dieras cuenta que me amás, porque sé que aunque no lo digas, sentís amor, pero claramente en tu vida, la costumbre y el recuerdo de lo lindo que una vez fue esa relación puede más, si, más que esos besos que me das que aunque me pase de cursilerías me trasladan a otro lugar, parece que puede más que la energía que corre por nuestros cuerpos cuando hacemos el amor, yo no puedo más con esto, me cansé de remar contra la corriente. Estoy sufriendo como un verdadero idiota. Perdonáme mi amor, pero hasta acá llegué. – dijo lento y elevando su tono de voz en algunos momentos ante la mirada atónita de ella.


Lali lentamente y sin poder creer todo lo que había escuchado tomo sus cosas y salió con sus ojos empañados en lágrimas de aquel departamento que tan feliz la había hecho. Claramente Benja le cantó una verdad que ella no quería escuchar. Manejó hasta su casa, saludo apenas al entrar avisando que esa noche no comería y se dirigió a su dormitorio e intento entre tanto dolor dormir aunque sea unas horas, ya que debía madrugar, porque al día siguiente debían empezar con los ensayos del rex.


CONTINUARÁ.............

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